La cerveza va bien en todas las ocasiones. Para cuando hay tensión, relajar el ambiente. Cuando de entrada ya se está bien y lo único que se quiere es disfrutar con los colegas botellín en mano… Eso es algo muy típicamente español y si vienes a España no puedes irte sin pasar por unas terracitas y compartir unas cervezas con amigos, quizás los que conozcas en la playa o en cualquier otra parte porque otra cosa que define bastante el carácter mediterráneo es lo abierta que es la gente. Así que no te será difícil dar con un grupo de colegas y salir con ellos a disfrutar de la cultura española.
Y si hay algo que es muy español también es la pasión por la cocina. Nos encanta andar entre fogones y luego, claro, degustar lo que hemos preparado con mimo. Así que ¿por qué no integrarte en la cultura española haciendo algo netamente español, cocinar? Con buena compañía y una cervecita en la mano todo será un placer.
En esta ocasión lo que te proponemos es una receta con productos de la huerta española, muy conocida también a nivel internacional, del mar (gulas) y aderezada con cerveza casera. En España de hecho se está viviendo todo un movimiento de reivindicación de la cerveza casera, una cerveza hecha al estilo tradicional, en menores cantidades que la industrial y con unos sabores mucho más puros y originales. Por eso es una buena idea incorporarla a tu recetario y a tu despensa. Y queda muy bien con champiñones y gulas. ¿Quieres saber cómo?
Ingredientes (para 4 personas):
- 500 g de champiñones
- 250 g de gulas
- 4 dientes de ajo
- 1 guindilla
- 200 ml de cerveza casera
- pimienta negra
- aceite de oliva
- sal
Elaboración:
Para hacer esta receta lo primero que tienes que hacer es limpiar bien los champiñones. Córtales el pie para eliminar la parte que está seca y corta para quedarte sólo con el sombrero del champiñón. El pie sobrante puedes reservarlo para hacer otros platos, un revuelto por ejemplo.
Pon una sartén grande al fuego y echa un chorro de aceite. Cuando esté caliente añade los champiñones, un poco de pimienta y deja que se hagan a fuego fuerte durante un par de minutos.
Añade la cerveza casera y cuando esté a temperatura adecuada, baja el fuego y deja que cueza hasta que reduzca la cerveza. Deja la sartén medio tapada para ello.
Cuando tengas la cerveza casera reducida, añade los ajos pelados y picados. Quítale las pepitas a la guindilla y pícala bien fina. Añádela con los ajos y sube el fuego para que se dore todo. En el último momento añade las angulas y sala a tu gusto.
¡Y a disfrutar de las posibilidades de una buena cerveza casera!
Una buena idea es que hagas este plato justo en el momento antes de servirlo, porque la diferencia entre este plato recién hecho y la misma preparación cuando se ha enfriado… es bastante grande. Además es una receta bastante sencilla de hacer así que es ideal para aquellos que están empezando a cocinar y dan sus primeros pasos. Lo único que tendrás que tener en cuenta es la guindilla para no pasarte de picante.