Hablar de Europa y de gastronomía es hacerlo de sabores variados pero siempre de calidad. En el Viejo Continente encontrarás todo tipo de sabores e ingredientes, así como influencias de todas las culturas del mundo. Gracias a las posibilidades de viajar que tenemos hoy en día con vuelos que responden a las posibilidades de todos los bolsillos, podemos probar fácilmente in situ algunos de los manjares europeos. En en este post trataremos de repasar lo mejor y lo más característico de las comidas típicas de Europa.

Europa es posiblemente el continente más variopinto del mundo cuando hablamos de gastronomía. Poco o nada tienen que ver las tapas españolas con comida alemana, o la rusa con la británica. Es un fenómeno que no encontramos tan acentuado en África o en América, donde la principal diferenciación la encontramos entre el norte y el sur del continente. En Asia las diferencias son palpables entre Extremo Oriente (Japón, China, Vietnam, Tailandia…) con países de Oriente Medio y Asia Menor, donde la comida árabe es protagonista indiscutibles. Pero en cualquier caso, hay bastantes similitudes y puntos en común entre países.

No es este el caso en muchos países de Europa que incluso comparten fronteras. El continente europeo tiene por ejemplo varios países cuya gastronomía, en términos de popularidad y locales de restauración, trasciende fronteras. Hablamos sobre todo de la italiana, la francesa, y en un segundo escalón de la española, la griega o la turca, al menos en cuanto a fama. Incluso la cocina alemana o la portuguesa tienen suficientes elaboraciones y tradiciones culinarias propias como para ser consideradas fuera de sus fronteras. En definitiva, que la comida europea es ante todo variada y rica, y cada afirmación generalizada sobre esta de tomarse con cautela.

Los platos típicos de Europa

Podemos dividir Europa en varios bloques gastronómicos similares. Estos, idealmente, son las cuatro grandes regiones gastronómicas del Viejo Continente:

  • El primer bloque gastronómico de Europa lo conforman los países del Mediterráneo. España, Italia o Grecia son aquí los máximos exponentes, aunque cada uno con sus particularidades. Mientras que en España predomina una cocina bastante elaborada, en Italia apuestan por una gran especialización en productos como la pasta o la pizza. Del mismo modo en Grecia, abundan las influencias árabes y orientales. El turismo gastronómico en ciudades del Mediterráneo siempre es de agradecer.
  • Un segundo grupo de países lo integrarían los países del centro de Europa, incluidas las Islas Británicas. Es el más variado y heterogéneo. La única gastronomía con prestigio internacional es la francesa, también muy elaborada, mientras que en países como Alemania, Suiza, Austria, República Checa, etc., optan por una gastronomía más ecléctica y un poco alejada de la comida sana. El cerdo y derivados, así como los dulces, son de hecho algunos de sus protagonistas. Lo son también en las Islas Británicas, aunque es cierto que aquí el pescado tiene un peso considerable.
  • En tercer lugar tenemos los países del norte de Europa, como son Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca, Islandia y los pequeños países del Báltico. Su cocina disfruta de grandes productos tanto del mar como de la tierra, aunque no rehúyen de elaboraciones complejas. Es una de las más ricas sin duda alguna.
  • Y un último grupo lo conforman los países del este de Europa. En este caso hablamos de una gastronomía muy versátil, con un gran aprovechamiento de las verduras y los cereales, y con algo más de predilección por la carne que por el pescado.

Ya tienes un poco más claro qué te vas encontrar si estás en el proceso de elegir un buen restaurante para tu viaje. Quién sabe, tal vez te sorprendan con alimentos interactivos, uno de los últimos hitos de la gastronomía mundial.

¿Qué es lo que más de come en Europa?

¡Muy difícil de decir! Como te hemos dicho, en Europa se come absolutamente de todo. Es cierto en primer lugar el mar es protagonista en muchos países de la mitad norte del continente, sobre todo los bálticos y escandinavos. Pescados como el salmón, esturión o trucha tienen mucha aceptación en estas tierras, como también lo es el pescado blancos en Gran Bretaña. Igualmente importantes pero no únicos protagonistas lo son en la cocina mediterránea, tanto azul (atún, sardinas, doradas…) como blancos (merluza, rape, lenguado…).

El consumo de carnes sí que es muy generalizado en todo el continente, aunque no siempre de los mismos animales. El cerdo y sus derivados es muy protagonista en el centro de Europa, mientras que la ternera, el cordero o incluso las aves lo son más en el sur de Europa. En el norte predomina la carne de caza de animales autóctonos como el ciervo o el reno, mientras que en el Europa del Este comen carne de todo tipo. No nos olvidamos del pollo, una alternativa nutritiva y más barata que la encontramos en todo el continente cocinada de mil y una formas.

Por otro lado, es cierto que en Europa hay bastante predilección por las pastas y también las pizzas. Los italianos son los grandes referentes en este apartado, pero lo cierto es que de un modo u otro se consumen por igual en todo el continente, aunque solo sea como acompañamiento. También lo suele ser el arroz, que sobre todo en el Mediterráneo sí que es el protagonista de recetas tan mundialmente conocidas como el arroz de marisco, la paella o el risotto. Hay que recordar también que esta es una tierra de vinos y de gran calidad. Los vinos españoles, franceses e italianos, además de los argentinos, sudafricanos y americanos, están considerados los mejores del planeta, con bodegas de reconocimiento internacional.

Otros ámbitos culinarios de los que podemos hablar son las sopas. Los caldos son parte fundamental de las cocinas de todo el mundo, y Europa no es una excepción. Sí que es cierto que por ejemplo en el este de Europa se consumen mucho y las hay de muy tradicionales, sobre todo de verduras. La sopa de gulash húngara o la de remolacha polaca tienen de hecho bastante fama, así como las sopas de pescado típicas tanto del norte de Europa como del Mediterráneo. Y no nos olvidamos de un producto tan rico y espectacular como los quesos. Franceses, suizos, italianos, alemanes, holandeses, españoles e incluso ingleses cuentan con quesos de calidad que siempre hay que tener en cuenta.

Cerramos este apartado con, naturalmente, los postres. Los dulces son protagonistas en gran parte del continente, sobre en el centro de Europa, Portugal o las Islas Británicas, pero sin olvidarnos ni mucho menos de numerosas creaciones de calidad en España, Italia y el este de Europa. Sobre todo en el sur también es habitual el consumo de fruta como postre.

Los platos europeos más conocidos

Platos típicos de la cocina mediterránea

Comencemos con lo mejor de la comida mediterránea. España, Italia y Grecia son los grandes referentes a analizar en este apartado, sin olvidarnos de algunas áreas de Francia, Croacia, Albania, Chipre, Malta e incluso Turquía. De hecho, se suele catalogar también como gastronomía mediterránea a la comida de países del norte de África y de Asia Menor, como son Israel y Líbano. En todos estos países hay por supuesto diferencias importantes, pero también destacan ingredientes y productos comunes como el aceite de oliva, pescados y mariscos, pastas, y una vastísima variedad de verduras, hortalizas y legumbres, además de frutas y frutos secos. En el apartado de bebidas el vino es la gran referencia, con miles de bodegas repartidas por estos países. La comida mediterránea presume de ser siempre saludable y variada, y es la base de muchas dietas.

Hay que hacer una mención especial a la elaboradísima cocina española, que año tras año copa la lista de algunos de los mejores restaurantes del mundo. España es conocida por recetas tan emblemáticas como la paella, la tortilla de patatas, los champiñones a la cerveza, además del vino y la sangría, pero lo cierto es que en la geografía española se dominan mil y una elaboración las mejores carnes, pescados, pastas y mariscos. Eso sí, la dieta mediterránea en España también está basada en frutas y vegetales, con muchísimas combinaciones de ensalada, así como de fantásticos platos de cuchara.

Guarda en realidad muchas similitudes con la cocina italiana, que pese a ser famosa en todo el mundo por sus ricas elaboraciones de pasta y pizza, presume también de muchísimo dominio y uso de vegetales, carnes, pescados o legumbres. De hecho, del mismo modo que en España no tiene nada que ver la gastronomía gallega con la de riojana, las diferencias en Italia también se acentúan si comparados a la comida típica de Roma con la de FlorenciaParma, Milán, Nápoles, esta última considerada una auténtica meca gastronómica.

Un plato que sería muy representativo de a cocina mediterránea es una ensalada de pasta. Es una receta que combina dos referentes de esta cocina como son los vegetales y la pasta, siempre un plato saludable a la par que muy nutritivo, ideal para deportistas.

En otro apartado destacaríamos también la riquísima gastronomía griega, donde toman protagonismo el cordero y las verduras, así como muchas recetas e influencias típicas de la comida árabe. El gusto por las especies y las salsas también es más notorio. Un plato que queremos destacar aquí es un clásico combinado de arroz con cordero, acompañamiento de verduras, pan de pita y la clásica salsa de yogurt.

Platos típicos de Europa Central

Hacemos un salto al centro de Europa y nos quedamos sobre todo en Francia, uno de los países más difíciles de clasificar. Algunas de las escuelas de cocina más importantes del mundo las encontramos aquí, por ejemplo en Lyon o París. Hay platos típicos franceses conocidos en todo el planeta, siendo esta una gastronomía caracterizada por un gran refinamiento. Uno de sus productos más destacados son los quesos, una característica que comparte con otros países adyacentes como Suiza, Bélgica, Holanda o Alemania. Un plato típico de todos estos países sería las típicas fondues de queso y también las raclettes, donde el queso deshecho se acompaña de embutidos, carne, patatas, verduras, hortalizas, setas o simplemente pan para conseguir una combinación sabrosa y contundente.

Este último es un país que goza de cierta fama inmerecida en el ámbito gastronómico. Los alemanes saben cocinar y comen muchas cosas más allá de salsichas, por muy cierto que sea que aman el cerdo y todos sus derivados. Las ensaladas de patata, el roastbeef, los quesos, el pescado (en el norte del país sobre todo), hortalizas varias y los dulces son otros grandes protagonistas de la cocina alemana, regados por supuesto con algunas de las mejores cervezas del mundo.

Cuando hablamos de Centroeuropa también lo podemos hacer del Reino Unido, que es toda una rara avis si hablamos de gastronomía. Su fama no es precisamente buena, más allá del famoso fish & chips. Lo cierto es que tanto en Inglaterra como en Escocia o Irlanda tienen otros platos de los que presumir como toda clase de pasteles de carnes o de pescado, puddings, carnes guisadas y un culto bastante especial a los huevos y a legumbres como la alubia, algo que enseguida comprobarás en cualquier viaje a Londres por ejemplo.

Platos típicos de Europa del Este

La del este de Europa es una gastronomía muy versátil, con un gran aprovechamiento de verduras y cereales, y con algo más de predilección por la carne que por el pescado. En la zona sur cuenta además con influencias de la cocina griega, turca y árabe con recetas que aprovechan algunos ingredientes de carácter mediterráneo, como el yogurt, el ajo, los pepinos… un ejemplo claro es la comida búlgara.

Muchos y variados son los ingredientes y las recetas de la comida del este de Europa, con aprovechamiento tanto de la riqueza de los mares, especialmente en el norte de esta zona, como de los inmensos bosques ricos de caza, sin excluir los animales de granja y los cultivos de cereales que ocupan grandes extensiones en estas tierras.

Muy utilizado, en cuanto a los ingredientes de la mar, son el salmón y el arenque, especialmente en muchas recetas de los países bálticos, así como de Rusia. Siempre el pescado, pero de agua dulce, es protagonista de muchos platos de estas zonas: trucha y esturión son los más populares. Y Rusia debe justamente al esturión la fama de su principal manjar: el caviar. Estas huevas del pez esturión son un codiciado plato típico de Rusia, que suele vestir las mesas más lujosas de Europa y del mundo, alcanzando precios desorbitados, tanto de verse definido, en algunas ocasiones, como el oro negro de Rusia.

Las sopas también son un plato muy típico que recorre transversalmente las gastronomías de esta parte de Europa, especialmente aptas para calentar los cuerpos durante los largos y fríos inviernos que caracterizan el este del viejo continente. Las hacen de todo tipo: carnes, verduras, tubérculos, pescados, legumbres… Su mejor representante es el Borsch, una sopa de origen ucraniana también muy consumida en toda Rusia, que se prepara con remolacha patata, tomates, col y carne y que cuenta con una versión de invierno (caliente) y otra de verano (fría y preparada de forma diferente).

Los guisos y estofados no faltan tampoco: su mejor y más conocido representante es el Gülash de Hungría (también presente en las cocinas de Rumania, Polonia, Eslovaquia y Republica Checa), un guiso hecho de carnes de ternera, cebolla, pimiento y paprika acompañado de spaetzle, unos pequeños y sabrosos ñoquis.

En cuanto a carnes son consumidas en todas sus versiones, desde las más típicas carnes de cerdo y pollo, hasta las menos comunes carnes de ciervo, reno y oso. Mención especial merece en este apartado el filete Stroganoff, otra delicia de la cocina rusa, con carne de ternera fileteada cocinada con champiñones. También muy típico es el jamón ahumado de Praga, una antigua receta de la capital checa que aún conserva su fama en todo el mundo.

Y como no habla del Vodka: este licor obtenido de innumerables tipos de cereales, ingrediente que abunda en estas tierras, es la bebida que acompaña la mayoría de las comidas de Europa del Este.  De centeno, maíz, cebada o trigo; incluso de caña de azúcar y hasta de uva se puede sacar vodka. En realidad, cualquier planta rica en almidón es buena materia prima para este licor. Sólo queda decir: Vashe zdorovie!!

Platos típicos de Europa del Norte

Subir hacia el norte de Europa es ir hacia la caza, carnes mucho más sabrosas y dietas más calóricas por los fríos que acaban soportando. No te olvides del alce en Noruega o la carne de reno en Dinamarca: son elementos básicos de sus gastronómicas y no debes dejar de probarlos si buscas de verdad entender la cultura de unos pueblos que cada vez añaden más ingredientes a sus cocinas. Sin hablar de la carne de oso o la de alce típicas de la comida de Finlandia: dos tipos de carne muy poco comunes, de sabor fuerte, y que todo buen finlandés consume muy a menudo.

En estas tierras es muy consolidado el consumo de pescado ya que el mar del norte ofrece muchísima pesca y muy variada. Como en Europa del este aquí también se consume mucho salmónarenque y todo tipo de pescado azul.

Cabe hacer una mención especial, en este apartado, a la carne de ballena, producto que se puede consumir en Noruega. Más allá de las posibles dudas éticas que se puedan plantear y que no es nuestra competencia ni intención plantear aquí, este tipo de carne es bastante común en el país de los Vikingos y se puede comúnmente encontrar en los mercados. Los que la han probado dicen que su textura se parece a la de la ternera, pero con fuerte sabor a pescado de mar.

Muy consumido también el pescado de aguas dulces, en especial las truchas que abundan en los ríos del norte de Europa.

En cuanto a verduras la variedad, como se entiende, es más bien pobre: la climatología hace difícil los cultivos que van más allá de la patata, la remolacha y la col que, de hecho, son los principales componentes que aportan vitaminas a las dietas de los europeos del norte. Los frutos más sabrosos que se pueden encontrar en Europa del norte son los frutos rojos: arándanos y las frambuesas aquí están deliciosos y muy abundantes.

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En los últimos años un turismo tipo gourmet se está abriendo camino cada vez más. este tipo de turismo tiene su máxima expresión en los hoteles con restaurantes con estrella Michelin repartidos en diferentes destinos de Europa.