Madrid es la ciudad de los bares, de las tapas con la cañita y de la confluencia de la gastronomía de muchas zonas de España.

Si estás en la ciudad del oso y el madroño tienes que perderte por Chueca, allí la calle Pez es suculenta para todos los que quieren saborear tapas con un giro moderno y probar deliciosos gastrobares; la zona de Malasaña y su famosa plaza Dos de Mayo, es otra de las opciones perfectas y más económicas; la calle Ponzano es vibrante y puedes encontrar muy buenas alternativas para disfrutar del tapeo y en la zona de la Plaza Mayor, te rendirás a saborear unas fantásticas patatas bravas o deliciosos bocadillos de calamares.

Y los mercados gastronómicos, qué sería Madrid sin ellos. El de San Antón o San Miguel son algunos de los más representativos. Miles de metros cuadrados dedicados a lo mejor de la gastronomía de la capital de España. Vamos a descubrir juntos cuál es la comida típica de Madrid.

Platos típicos de Madrid

¿Y cuáles son las delicias que esconde la cocina madrileña? Muchas y muy ricas. Los sabrosos escabeches, el clásico cocido madrileño, los callos a la madrileña, la sopa de ajo o los huevos estrellados son algunos de sus platos más famosos. Si quieres abrir boca, aquí rendimos nuestro homenaje a alguno de los bocados más representativos de la cocina más castiza.

Cocido y madrileño

Este es una de las delicias que pone en el mapa a la cocina madrileña. Este suculento plato de cuchara es perfecto para combatir el frío seco de invierno. Se compone de sopa, garbanzos y carne. Así el tocino, el morcillo, el pollo, las patatas y la zanahoria son los protagonistas de este plato que se termina rociando unos ajos laminados y fritos, en poco aceite, a modo de guinda final. Hay que probarlo.

Gallinejas en Embajadores

Las gallinejas no son más que las entrañas de cordero fritas, calientes y crujientes. Por lo general, se acompañan de ensalada y cerveza fría para eliminar el intenso sabor de la carne.

Todo un clásico en San Isidro

No hay pizarra de bar en la que no aparezca otra de las suculencias madrileñas por excelencia, las gallinejas. Es un plato de casquería castizo y con solera, famoso durante las celebraciones de San Isidro. Los bocados se sirven en pequeños trocitos fritos en un aceite suave y se comen, por ejemplo, acompañados de patatas fritas. De esta preparación resultan otras delicias como los chicharrones o las mollejas que también se pueden servir en la misma fuente.

Callos


Los callos son parte de los intestinos del cerdo, buey o la vaca, y es otra de las especialidades de la gastronomía madrileña. Se preparan con tomate, cebolla, laurel, tomillo y un poco de morcilla.

Sopa de Ajo

Uno de los antiguos platos populares es sin duda la sopa de ajo. Se prepara en todo el territorio español y está hecho de ingredientes muy sencillos: pan, ajo, aceite de oliva y pimentón.

Huevos estrellados

Uno de los platos más completos de cuerpo de Madrid, que consta de huevos fritos con patatas y jamón serrano.

Tapas madrileñas

Pequeñas porciones de aperitivos que acompañan el aperitivo, hecho generalmente por una cerveza fría.

Un emparedado largo similar al baguettes, calamares fritos rellenos de anillo en forma de corte y sazonado con un poco de limón o mayonesa. Perfecto para una comida rápida mientras se camina por las calles de la ciudad. Las mejores tapas se saborean en Madrid.

Embutidos madrileños

Parece un plato sencillo pero para alcanzar su sabor sublime debemos contar con la materia prima necesaria. Y aquí es donde Madrid brilla. Los embutidos son unos de su grandes tesoros. Así un buen jamón, una sabrosa chistorra o una morcilla de calidad son los mejores acompañamientos a una base de patata, bien frita y en buen aceite. ¡No te olvides acompañar con pan!

Caracoles con acento madrileño

Aparecen por todos los bares, tabernas y restaurantes. Y no, no estamos en Sevilla. En Madrid los caracoles gustan y mucho. Presentados en una cazuela de barro, su secreto es la salsa que les acompaña, elaborada a base de caldo de carne concentrado con jamón, chorizo, cebolla, vino y un toque picante. Ricos, ricos.

Toque dulce con porras madrileñas

Madrid no sería Madrid sin las deliciosas porras en los desayunos. Y no hay que confundirlas con los churros, otra de las delicias que se sirve en cucurucho. Las porras son mucho más alargadas, gruesas y su interior es hueco. Además, otra de las diferencias es que la masa de éstas últimas está elaborada con bicarbonato y su proceso de preparación es ligeramente diferente. Sin duda, podrás decir que has estado en Madrid después de haberte tomado un café con porra.

Y Madrid, de postre unas ricas torrijas

También es dulce. La cocina madrileña regala bocados de repostería muy sencillos de preparar. De origen humilde, las torrijas son uno de los postres con más tradición. Además, encontrarás en numerosos locales, versiones modernizadas y más complejas de este bocado exquisito. Con la finalidad de aprovechar el pan del día anterior, en el siglo XIV surgió esta receta que consiste nada más que en empapar las rebanadas en leche y rebozar con huevo. Luego pasar las rebanadas por la sartén y endulzar con azúcar, miel o canela. ¡Un postre delicioso! Eso sí, no podemos irnos de Madrid sin probar sus rosquillas. Con o sin baño de azúcar, forman parte de su recetario local.

¿Ya te has decidido por cuál será la primera cosa que comer en Madrid? ¡Cuéntanoslo!

Si te interesa saber más sobre la cultura gastronómica de España puedes leer este artículo sobre gastronomía española.